El presidente de CARBAP, Ignacio Kovarsky, apoyó la baja de retenciones pero cuestionó el “trato” del Gobierno al agro y la falta de obras. En Palabras más, palabras menos por LA CIELO, reclamó que Nación financie el tramo pendiente del Plan Maestro del Río Salado, atrasado una década.2 min. de lectura
El presidente de CARBAP, Ignacio Kovarsky, respaldó la baja de retenciones anunciada por el Gobierno de Javier Milei, aunque objetó que el agro siga recibiendo “un trato impropio de una economía moderna”.
A la par, reclamó que la Nación financie el tramo pendiente del Plan Maestro del Río Salado, advirtió que la obra está “diez años atrasada” y dijo que las recientes inundaciones muestran las consecuencias del parate, y lo mismo planteó para el tramo que corresponde a la Provincia.En declaraciones fueron en Palabras más, palabras menos, por LA CIELO, el titular de CARBAP valoró la decisión del Gobierno de bajar retenciones y la definió como un paso en la dirección correcta, por “acercar el trato al campo al resto de la economía”. Kovarsky sostuvo que Argentina viene aplicando un esquema impositivo “que no usa ningún país desarrollado ni ningún país de la región, ni siquiera aquellos con gobiernos de izquierda”. “Las retenciones son un impuesto nocivo que solo mantienen economías como Rusia o Kazajistán. No tienen nada que ver con la estructura productiva argentina”, afirmó.
Al analizar el impacto interno, rechazó que la reducción implique una suba en los alimentos, contradiciendo lo que plantean algunos estudios sobre el tema. “El trigo es apenas el 12% del precio del pan. Una baja del 2% en retenciones es irrelevante. Además, al productor le pagan alrededor de $3.200 el kilo vivo de carne: todo lo demás es logística, energía y estructura de la cadena”, explicó. Para Kovarsky, la discusión sobre precios está “cargada de mitos” y se utilizó durante años “para justificar un impuesto que frenó inversión y producción”.

